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La Defensoría de los Habitantes solicitó al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) un informe sobre la condición de los niños deportados desde Estados Unidos, en lo que respecta a su salud física y mental, alimentación y acceso a la educación mientras permanecen en Costa Rica.
Un total de 200 personas fueron deportadas de Estados Unidos hacia Costa Rica como parte de un acuerdo entre ambas naciones. El país funciona como un “puente” para coordinar el retorno de los migrantes a sus países de origen.
El primer grupo, compuesto por 135 migrantes provenientes de países de Asia, Europa y África, llegó el jueves 20 de febrero a Costa Rica. Entre ellos, había 65 niños.
Posteriormente, el martes 25 de febrero, arribó un segundo grupo que incluía a 16 menores de edad.
Los migrantes fueron trasladados desde el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría hasta el Centro de Atención Temporal a Migrantes (Catem), ubicado en Corredores.
La Defensoría ha manifestado su preocupación por las condiciones en que los menores de edad llegan al país.
“Nos preocupa la situación de los menores de edad y las condiciones en que llegan al país. Son trasladados durante 7 horas desde el aeropuerto hasta la Zona Sur, sin que se haya verificado si los adultos que los acompañan son realmente sus padres o sus familiares encargados”, dijo Juan Carlos Pereira el martes.
Ante la preocupación, las autoridades solicitaron al PANI que informe sobre los siguientes aspectos:
Si hay menores de edad que no están acompañados por sus padres o encargados legales.
La situación sociopsicolegal de los menores y su rango etario.
Si cuentan con pasaporte o documento de identidad que indique su país de procedencia, nombre de sus padres y fecha de nacimiento.
La disponibilidad de servicio de traducción oficial proporcionado por el Gobierno de Costa Rica.
Si hay algún menor con discapacidad y, en tal caso, las coordinaciones realizadas con Conapdis para garantizar los apoyos especiales que pudieran necesitar.
Si han llegado menores con alguna enfermedad física o mental y las gestiones efectuadas con el Hospital Nacional de Niños, el Hospital Nacional de Salud Mental u otros centros médicos.
Las acciones implementadas para garantizar el derecho a la educación de los menores.
Si cuentan con ropa adecuada para el clima de la Zona Sur, así como con implementos de higiene y limpieza.
Además, la Defensoría solicitó información sobre la presencia de un profesional en nutrición en el Catem y los alimentos que se les brindará a los migrantes, considerando la diversidad de los países de los que provienen.
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Ingrid Hidalgo